El juez le imputa dos nuevos cargos en el marco de esta investigación, uno por manipulación de testigos y otro por fraude en banda organizada.
Se abre un nuevo frente judicial para el expresidente francés Nicolas Sarkozy (2007-2012). El francés ha sido acusado por los jueces de instrucción de dos nuevos cargos en el marco de la investigación sobre la financiación por parte del régimen libio de su campaña presidencial de 2007. En este caso se le acusa de haber participado en las supuestas maniobras para librarlo de las sospechas.
Se le acusa de encubrir la manipulación de testigos, en concreto la del empresario franco-libanés Ziad Takieddine, quien en una entrevista en 2020 se retractó de las acusaciones que había formulado inicialmente contra Sarkozy, en las que le acusaba de haber recibido dinero libio para su campaña. . Se sospecha que el empresario cambió su versión supuestamente a cambio de dinero.
Sarkozy testifica ante los jueces desde el martes en el marco de esta investigación. Además de manipulación de testigos, se le acusa de participar en asociación delictuosa con vistas a cometer el delito de fraude judicial en banda organizada. Hay otras nueve personas imputadas en el caso.
Es una pata más de la trama de financiación ilegal de su campaña de 2007, el que le llevó al Elseo. Los jueces creen que hay pruebas suficientes para creer que Sarkozy fue informado de las maniobras que se estaban llevando a cabo para exonerarlo. Uno de los acusados incluso puso nombre a esta operación: «Salvar a Sarkozy».
Es sólo uno de los procesos en los que está involucrado. El otro es el caso de las escuchas telefónicas, también llamado caso Bismuth, que revela un supuesto pacto entre Sarkozy y su abogado de toda la vida para comprar al entonces fiscal del Tribunal de Casación, también con el objetivo de blanquearlo.
Sarkozy ha sido condenado dos veces por corrupción, pero ha apelado las sentencias. El pasado mes de mayo, el expresidente, el juez, ratificó la pena de tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias en este caso de escuchas telefónicas, pero recurrió ante el Tribunal de Casación.
Éste es ahora el único truco judicial que le queda a Sarkozy para evitar la condena. Si la Corte lo ratifica, sería el primer presidente condenado a una pena de prisión efectiva. Su predecesor en el cargo, Jacques Chirac fue condenado por malversación de fondospero sólo por dos años y exenta de cumplimiento.
En noviembre el expresidente también será juzgado por otro asunto, el llamado caso Bygmalion, que investiga la financiación ilegal de su campaña electoral, en este caso la de 2012. Se trata de las elecciones que perdió ante François Hollande. Esto también le valió un año de prisión en primera instancia y también apeló.
