Santo Domingo.-Con un sistema de distribución de casi 100 tiendas de abarrotes, Yajaira Fernández comercializa cerca de 10 mil unidades de arepitas de maíz al mes, distribuidas en 450 envases plásticos en el Distrito Nacional y en Haina, San Cristóbal.
La señora y su hijo llevan más de dos años emprendiendo diferentes negocios de venta de alimentos, e incluso se han registrado ante la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (ONAPI), ahora llevan sus productos a las pulperías donde venden al detalle esas arepitas. a sólo cinco pesos y con ganancias compartidas con los dueños del negocio.
“Buscamos volumen y a la gente le gusta lo barato y bueno, y eso nos ha garantizado mayores ventas de los productos”, dijo, indicando que busca tener presencia en más de 100 tiendas de abarrotes, pero tienen la limitación de que moverse de un lugar a otro. Haina a Santo Domingo en transporte público y, al no estar formalizados, no tienen crédito para comprar un vehículo.
“Mi sueño es expandirnos y formalizarnos, pero ahora estoy trabajando en mi cocina y con mi equipo de casa”, afirmó.
Según Fernández, 85% de las 404 mil 034 micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) del país operan de manera informal; sin embargo, junto con las formales generan más de tres millones de empleos, lo que representa 61.6% del total de empleados a nivel nacional.
De estos empleos, el 36.0 por ciento se encuentra en el Gran Santo Domingo y en la región norte, el 16.3% en el sur y el 11.7% en el oriente, según la Encuesta Nacional de Mipymes 2022-2023 realizada por el Banco Central y el Ministerio de Industria y Comercio.
Fernández entrega producto al dueño de una tienda de comestibles.
Se precisa que las actividades económicas con mayor participación en las provincias señaladas son el comercio, el suministro de alimentos, bebidas y el alojamiento en pequeña escala y otros servicios.
Tipo de negocio
El comercio predomina con 49,9%, 51,9% y 55,1% en Santiago, Puerto Plata y La Vega, respectivamente.
Mientras que en el caso del suministro de alimentos, bebidas y alojamiento de pequeña escala constituyen el 17,8%, 20,1% y 15,6% en Santiago, Puerto Plata y La Vega, respectivamente; y, finalmente, la actividad de otros servicios, que igualmente equivale al 19,9% para la zona de Santiago, al 18,6% en Puerto Plata y al 18,4% en La Vega.
Obstáculo de actividad
El estudio destaca que uno de los principales obstáculos que tienen estas empresas es el alto índice de informalidad, que asciende al 85,2%.
Esta situación expone a los trabajadores a condiciones de vulnerabilidad e inestabilidad laboral, al no contar con la protección de la seguridad social, mejores salarios y otros derechos que conlleva la formalización.
Además, la informalidad mitiga el crecimiento del crédito en el sistema financiero regulado, impacta negativamente la producción nacional al restringir el apalancamiento financiero para las inversiones y reduce el potencial de recaudación de impuestos. En este sentido, el acceso al financiamiento formal es otra barrera crítica.
Sólo el 34,5 por ciento de las mipymes lograron obtener préstamos en 2022, principalmente de bancos comerciales.
Estos préstamos se utilizan principalmente para capital de trabajo y pago de deudas, en lugar de inversiones productivas para el crecimiento y la expansión empresarial.
El 65,5 por ciento restante no tuvo acceso al crédito porque enfrentaba problemas de liquidez, lo que los obligó a recurrir a un sobreendeudamiento informal con altos costos, señala el estudio.
Las expectativas
La gran mayoría de los emprendedores de las MIPYMES (95,5%) tienen expectativas positivas de continuidad y expansión de sus negocios, expresando incluso disposición a endeudarse formalmente (95,4 por ciento) y priorizar dichos recursos hacia inversiones que impulsen su productividad y escalamiento.
Estas expectativas positivas reflejan la percepción de un clima de seguridad y estabilidad económica que el país ha disfrutado durante décadas, así como perspectivas favorables de crecimiento económico en el corto plazo.
El informe agrega que esta disposición a asumir deuda denota confianza en el sector financiero y en la robustez del entorno para acceder y gestionar créditos productivos, generando un entorno propicio para el apalancamiento formal y el escalamiento de sus negocios, lo que plantea el desafío de consolidar estas condiciones para potenciar el dinamismo de este importantísimo sector.
Otro hallazgo relevante de la investigación es la limitada asistencia técnica que recibe el sector.
De hecho, el 68,6 por ciento expresó la necesidad de recibir capacitación y asesoramiento relacionado con su actividad económica.
Formalidad
14,8% Empresas
Formalizada, indica la Encuesta Nacional de Mipymes 2022-2023, el último estudio actualizado por el Gobierno.
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