Al menos 260 personas mueren en una fiesta en el desierto tras el ataque de Hamás
El escenario: un gran desierto en Israel. El motivo: un festival de música electrónica que reunió a decenas de jóvenes de todo el mundo. El resultado: una masacre inesperada en la que 260 personas murieron.
Los múltiples vídeos que circulan estos días por internet muestran a jóvenes de fiesta mientras de fondo se pueden ver los destellos de cohetes. Minutos después vendrían las balaceras y los secuestros. La imagen que representa ese horror es y será por siempre la de Shani Louk, la joven germano-israelí de 22 años que fue identificada luego de que se viralizara el video en el que sus captores la llevaban a pasear en una camioneta.
Arik Nani también fue a eso. delirio al sur del país, cerca del kibutz de Reim, para celebrar su 26 cumpleaños y logró escapar. «O nos dispararon desde todas direcciones, nos dispararon desde ambos lados», dijo a Reuters. «Todo el mundo corría y no sabía qué hacer. Era un caos total», añade el joven.
Las historias de fuga y las imágenes tomadas -vehículos abandonados o incluso destruidos- por un dron tras la incursión de Hamás muestran cómo aquel festival de música se convirtió en una auténtica ratonera.
«En un momento, un amigo y yo nos subimos a un coche con gente que no conocíamos y empezamos a conducir», dijo Zohar Maariv, de 23 años. El coche fue atacado, lo que los obligó a escapar a pie y esconderse para salir con vida. Su novio no tuvo tanta suerte porque sigue desaparecido.
Quienes lograron escapar no comprendieron la magnitud de lo sucedido hasta que vieron el horror sacudir a todo el país. Lo que habían vivido era sólo una parte de una ofensiva por tierra, mar y aire de los milicianos de Hamás, que ya ha dejado más de 700 israelíes muertos. La respuesta de Israel, por su parte, se ha cobrado la vida de 500 palestinos.
Otros jóvenes israelíes nunca volverán a casa, un hogar que incluso podría ser destruido por otro ataque paralelo a la masacre del festival. Este es el caso de Noa Argamani y su novio Avinatan Or. Ambos ya han sido identificados entre las decenas de israelíes que se cree que han sido secuestrados. Noa es esa chica de 25 años que pidió ayuda mientras dos terroristas se la llevaban en moto y gritaba desesperada: «No me mates».
Búsqueda de contactos
Uno de los amigos de Noa y Avinatan intentó contactarlos. «Comenzamos a enviar mensajes de texto a todo el mundo», dijo Amit Parpara a Reuters. «Ella me envió un mensaje con su ubicación en vivo y un mensaje que decía ‘Espero que alguien pueda venir a salvarnos'», explicó.
Que la ofensiva de Hamás fue por tierra, mar y aire es tan real como que los terroristas descendieron en parapente. «Sentí miedo existencial, nunca me había sentido tan cerca de la muerte, esta vez realmente sentí que era el final», dijo Zohar Maariv.
260 jóvenes murieron en el delirioOtros lograron escapar, pero hay otros que son secuestrados y cuyos testimonios llegan a través de sus familiares. Avidan T., un joven de 26 años natural de Burdeos (suroeste de Francia) y residente en Israel, sería uno de ellos, según la Agence France-Presse.
Americanos, alemanes, colombianos… Las nacionalidades de los chicos son múltiples y poco a poco los distintos Gobiernos y Cancillerías van dando detalles. Mientras tanto, la desesperación de los cientos de padres que aún esperan una llamada que indique el paradero de sus hijos es indescriptible.
