el gobierno de Joe Biden está estudiando aumentar el número de asesores militares asignados a su embajada en Ucrania, hasta que el número total de estos alcance aproximadamente 60. Así lo informa la página web de Washington Político, que cita fuentes anónimas, aunque el debate ha sido confirmado por el portavoz del Pentágono, General Pat Ryder.
Si la decisión finalmente recibe ‘luz verde’, los militares no podrán entrar en combate. Sus principales misiones serán asesorar a la Fuerzas Armadas de Ucrania en la ofensiva que se espera que Rusia lance en las próximas semanas, antes de que comiencen a llegar las armas aprobadas ayer por la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
La medida deberá ser ratificada por el Senado, que probablemente no lo hará antes de junio, lo que abre una ventana de oportunidad para Moscú puede ganar más terreno a una Ucrania que apenas dispone de armas para defenderse desde hace varios meses. Otro papel de los soldados será coordinar nuevas transferencias de equipo militar estadounidense.
EE.UU Ha negado que los militares vayan a desempeñar algún tipo de papel activo en la guerra, más allá de asesorar a los ucranianos y coordinar la transferencia de armamento, y que en ningún caso se acercarán al frente.
Sin embargo, el concepto de «asesor militar» siempre es ambiguo. Estados Unidos libró una verdadera «guerra secreta» en los años 1980 contra las guerrillas comunistas de El Salvador en el que los poco más de 50 ‘asesores’ que mantuvo permanentemente en el país centroamericano entraron en combate en innumerables ocasiones, hasta el punto de que 27 de ellos murieron.
Recientemente, se filtró una conversación entre altos comandantes militares alemanes mantenida por el Gobierno de Vladimir Putin reveló que Gran Bretaña tiene ejército en Ucrania, ayudando a la Fuerza Aérea de ese país a instalar y utilizar misiles de crucero ‘Storm Shadow’, que son, en este momento, una de las armas más efectivas en Ucrania. Kyiv.
