El gobierno cubano expresó ayer su voluntad de cumplir con sus Compromisos de deuda contraídos desde 2015 con el Club de Parísque reúne a 14 países acreedores de la isla.
«Reitero la voluntad del gobierno cubano de honrar los compromisos asumidos con nuestros acreedores» siempre y cuando estén en condiciones viables para la isla, afirmó el Ministro de Comercio Exterior Ricardo Cabrisasante una delegación del Club de París, que se encuentra en La Habana para conversar sobre la modificación de las fechas de morosidad.
Las declaraciones fueron transmitidas por la televisión estatal con imágenes del encuentro entre ambas delegaciones.
William Roos, copresidente del Club de París, afirmó que los países acreedores «están dispuestos a comprender las dificultades y encontrar una manera para que Cuba cumpla sus compromisos».
Según la Agencia Cubana de Noticias, Roos propuso establecer un nuevo cronograma acordado para el cumplimiento de los pagos de la deuda.
El Club de París, que gestiona la deuda de la isla con 14 gobiernos -entre ellos Francia, España y Japón- acordó en 2015 con el Gobierno cubano una reducción de 8.500 millones sobre los 11.100 millones de dólares adeudados.
El pago del pasivo restante quedó escalonado hasta 2033, pero dificultades financieras impidieron a la isla pagar en 2019.
En 2020 pidió una moratoria hasta 2022. Luego el Club de París sólo cedió con una moratoria de un año, con la obligación de renegociar después.
Cabrisas argumentó este miércoles que a diferencia de otras naciones, Cuba no cuenta con el apoyo de instituciones financieras multilaterales y que la situación empeoró con su reinclusión en 2021 en la lista negra de países patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado estadounidense.
La isla caribeña también tiene deuda con acreedores privados pertenecientes al Club de Londres. Entre ellos se encuentra el fondo de capital riesgo CRF I Ltd, con el que mantiene un litigio ante un tribunal británico por impago de 78 millones de dólares.
En febrero de 2022, la Duma (cámara baja del parlamento ruso) ratificó un proyecto para reestructurar la deuda de Cuba por valor de 2.300 millones de dólares.
