El droga El consumo personal ya no está penado en Brasil, el mayor país que ha adoptado esta medida, que también pretende evitar situaciones de discriminación racial.
La decisión del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil de despenalizar la posesión de marihuana para uso personal fue anunciada la noche del miércoles, luego de una mayoria absoluta de los miembros a favor de esa medida.
Si alguien es sorprendido con hasta 40 gramos o seis plantas de marihuana para uso personal, la persona aún estará sujeta a posibles sanciones, como una advertencia sobre los efectos de las drogas, y puede recibir una multa. medida educativa, como la asistencia a un programa o curso de formación. Pero ya no habrá antecedentes penales ni se registrará como reincidencia la posesión de marihuana. El consumidor tampoco tendrá que cumplir una pena de servicio comunitario.
La mayoría de los jueces del STF coincidieron en que es necesario fijar un límite para evitar que la policía y los jueces actúen contra las personas en función de su color de piel o su situación socioeconómica. La ley actual no define un límite. distinción clara entre usuario y traficante.
«La falta de un criterio distintivo resultó en una gran discriminación contra los pobres, generalmente negros», afirmó el presidente del STF durante la sesión. Luis Roberto Barroso.
Según datos citados durante el debate, 20 gramos de marihuana son suficientes para que un joven negro analfabeto sea considerado traficante de drogas, mientras que en el caso de un hombre blanco educado la cantidad media es de 58 gramos.
La mayoría de la Corte Suprema a favor de la despenalización no implica la implementación automática del nuevo marco legal, que debe ser abordado por el Congreso, pero fija una base mínima de la cual el legislador no puede desviarse.
El paso dado por Brasil lo sitúa al mismo nivel que su principal vecino, Argentinadonde es legal transportar hasta 40 gramos de flores secas o seis unidades cuentagotas de 30 mililitros.
Ni Brasil ni Argentina, en cualquier caso, se acercan al sistema existente en Uruguay, donde es el Estado, a través de la red de farmacias, el que regula el consumo de marihuana.
